Testimonio sobre Traducciones Certificadas

Testimonio

Hace casi un año viví una experiencia bastante desagradable que hoy quiero compartir con ustedes para que no pasen por lo mismo.

Mi esposo se encontraba fuera del país por asuntos de negocios y habíamos acordado que yo arreglaría algunas cosas que tenía pendientes para luego viajar y reunirme con él. Conmigo irían mis dos hijos pequeños, lo que significaba que debía prepararlo todo muy bien.

Estando él en Europa, me envió unos documentos vía email, pero estaban en inglés, debía buscar a alguien que me hiciera la respectiva traducción para luego llevar a cabo, con ellos, unos trámites a nivel legal que harían falta. Estaba realmente abrumada con todo lo que debía hacer y, no solo esto, sino que, aparte de ello, tenía que cumplir con mis responsabilidades laborales, ocuparme de los niños y, claro, todas las responsabilidades de la casa.

Todos los días me acostaba muy cansada. Entre todo lo que tenía que hacer, olvidé buscar a alguien que realizara traducciones certificadas. Por Internet vi varias opciones y, para ser sincera, elegí una de ellas, sin investigar mucho más.

La persona que me lo hizo, del cual por respeto no voy a revelar su nombre, me entregó el trabajo al día siguiente de haberle enviado todo. Al tratarse de traducciones certificadas, debía estar firmada y sellada por el traductor, sin embargo, esta fue la primera falla. Luego de aquello, comencé a contactar al traductor sin éxito alguno. No me contestaba los mensajes por WhatsApp, ni los emails, y cuando lo llamaba telefónicamente, tampoco me respondía… esto me estaba poniendo realmente nerviosa.

Se trataba de una patente y era preciso que tramitara todo aquello. Los días pasaban y el problema no tenía solución. Todo lo que debía hacer se me había retrasado y cada vez se acercaba más la fecha del viaje. Ya los pasajes estaban comprados y bueno…, como era de esperar, el estrés se apoderó de mí.

No quería contarle lo que estaba ocurriendo a mi esposo, pues bastante tenía con sus responsabilidades en el país europeo en el que se encontraba y con todo el trabajo que le habían asignado. Él estaba confiado de que todo estaba marchando bien y que la situación de la patente estaría casi lista, pero la realidad era otra, ni siquiera había podido comenzar con estos trámites.

Ya no sabía qué hacer. En mi trabajo, Mónica, una de mis compañeras, me vio preocupada y se acercó a mí. Me preguntó qué me estaba sucediendo y le comenté toda la situación. En forma inmediata, me dijo que conocía a una empresa muy responsable que trabajaba con traducciones certificadas.

Me habló de ABC Traducciones y me dio las mejores referencias que podía; recalcó su responsabilidad, integridad y nivel profesional de cada uno de los traductores que la conforman. Convencida con todo lo que me dicho, en forma inmediata los contacté y, con gran rapidez y amabilidad, me respondieron.

Les conté todo lo que me había pasado y debido a la premura de mi situación, en apenas unas horas me entregaron los documentos traducidos, firmados y sellados, tal y como deben realizarse las traducciones certificadas. Seguidamente, pude comenzar a realizar todos los trámites legales que correspondían y logré cumplir con la tarea que me había encomendado mi esposo, logrando así el cometido.

Desde ese momento, cada vez que necesito traducciones, acudo a ABC Traducciones a quienes recomiendo ampliamente.

Aprendan de mi experiencia y no cometan el mismo error que yo cometí. Cuando necesiten traducciones de cualquier tipo, den con profesionales de verdad como lo son en ABC Traducciones, donde la responsabilidad, la calidad, la honestidad y el profesionalismo siempre están presentes.

“A.M (nombre ficticio, testimonio real)”