Somos un grupo de traductores que prestamos nuestros servicios de traducciones oficiales en Colombia (y también fuera de Colombia) a compañías, entidades, instituciones y particulares.
Nuestro manejo profesional nos permite responder eficientemente a encargos que abarcan desde documentos de una sola página hasta aquéllos de gran volumen, con tarifas competitivas, servicio especializado y rápida respuesta, asegurando a nuestros clientes el profesionalismo que merecen.
¡Cuéntenos cómo le podemos ayudar! Envíenos un correo electrónico a abctraducciones09@gmail.com, llámenos a los teléfonos (571) 2530032 – (571) 6138689 – (57) 3115387384, o llene el formato de cotización sin costo alguno.
La Leyenda del Colibrí
La leyenda maya cuenta que, al terminar de crear las cosas de la tierra, los dioses notaron que no había nadie encargado de llevar los deseos y pensamientos de un lugar a otro. Tomaron una piedra de jade, tallaron una pequeña flecha y soplaron sobre ella. La flecha voló, los dioses habían creado el colibrí. Es un ave tan ligera que puede acercarse a las flores sin mover un solo pétalo. Hermosa y ligera es la única ave del mundo capaz de volar en cualquier sentido, arriba, abajo, atrás, adelante.
En algo parecido al colibrí, el traductor hace que las ideas, deseos, propuestas, hechos, historias, y todo aquello que forma parte de la cultura humana en su más amplio sentido, y que quiera comunicarse a quienes no hablan el idioma de aquél que les da origen, pueda pasarse a otros idiomas y convertirse en parte del acervo cultural de quienes lo reciben.
Esa es la gran tarea del traductor, pues traducir es comunicar, permitir que las ideas no queden limitadas a un solo idioma y puedan compartirse con todos los que hablan idiomas diferentes a los de quienes las producen.
De ahí la gran responsabilidad que traducir entraña, pues no se trata simplemente de convertir las palabras a otro u otros idiomas; hay además que interpretar, sumergirse en el contexto del autor y desentrañar sus ideas, pensamientos, deseos para poder comunicar verazmente lo que expresa, y hacer que sea comprensible para quienes reciben esas expresiones.
El traductor también debe estar armado de una cultura general muy amplia, para así poder realizar traducciones financieras, traducciones médicas, pues caen en sus manos y dentro del ámbito de su responsabilidad toda clase de temas, que, si desconoce, será incapaz de entender y por lo tanto de transmitir y convertir a otro u otros idiomas. Su cultura muchas veces debe además ser especializada para poder así sobresalir en las traducciones técnicas.
Con frecuencia se cree que si alguna persona habla otro u otros idiomas podrá traducir. Quienes tenemos esta profesión sabemos que solo aquéllos que conocen su propio idioma a fondo, manejando a la perfección su gramática, serán capaces de realizar verdaderas traducciones.